EL COWORKING OFRECE UNA PERSPECTIVA REFRESCANTE DEL PANORAMA LABORAL.

Es colaborativo, abierto, flexible, creativo y mucho más social. La idea de que juntos podemos lograr más que individualmente es una realidad que el coworking pone de manifiesto con su propuesta, especialmente para aquellos profesionales que trabajan de forma aislada. Al reunir todos los recursos necesarios en un punto concreto, los espacios de coworking hacen que prosperar no sea una tarea tan ardua, sino compartida por todos y aliviada por lo que cada uno desea compartir con los demás.

ENTONCES, ¿QUÉ ES EL COWORKING?

El coworking implica mucha apertura. Se trata de trabajar junto a otros profesionales, formando un colectivo, para aprovechar las ventajas que se producen entre todos. Ser y estar abierto a los demás y a lo que pueda venir es la forma más efectiva de sacar partido a todas esas ventajas y oportunidades que se pueden encontrar en un espacio de coworking. El coworking representa una verdadera novedad en este sentido, ya que propone un entorno de trabajo nuevo en el que la diversidad y la necesidad de socializar marcan el rumbo de un tipo de trabajo basado en el intercambio colectivo como forma de prosperar.

Por ello, el coworking implica tener una mentalidad abierta. Abierta a los demás. ¿Qué significa estar abierto? Ser y estar abierto es una predisposición individual, libre y voluntaria que nos prepara de manera positiva y mentalmente para relacionarnos con los demás en las mejores circunstancias. Nos hace salir de nosotros mismos para mirar alrededor y considerar a los demás. Ser abierto significa dar prioridad al “sí”; “Sí, quiero conocerte. Sí, quiero saber de ti. Sí, quiero hablar contigo. Sí, quiero descubrir lo que tenemos en común. Sí, quiero sonreírte. Sí, estoy dispuesto a dedicar cinco minutos de mi tiempo para resolver tus dudas, para charlar, para tomar un café o para buscar algo en internet que creo que te puede interesar”.

El coworking implica diversidad. “Cuanta más diversidad, más riqueza y más oportunidades, ¿no crees?” Todos estamos llenos de riqueza y tenemos mucho que compartir: por nuestra profesión, origen, formación, recursos, nacionalidad, cultura, experiencia, edad, habilidades, aspecto físico, forma de vestir, hablar, tono de voz, expresiones, acentos, etc. Y toda esa riqueza la puedes preservar o, por el contrario, compartirla. Ahora existe un lugar donde puedes hacerlo de manera habitual y en un intercambio mutuo: los espacios de coworking.

Es por eso que, entre tantos y tan diversos profesionales, se crea un entorno tan apetecible, fresco, renovado, divertido e interesante, y al mismo tiempo, con tanto potencial para prosperar. Por eso decimos que el coworking se trata de diversidad, pero primero se trata de estar abierto a los demás, porque si no tienes una mentalidad abierta, es imposible entender que la fuerza del entorno no viene de la individualidad, sino de la colectividad, aportando el valor que cada uno tiene para integrarse, enriquecer el colectivo y prosperar. El coworking se trata de crear redes. “El coworking consiste en construir comunidades y redes basadas en la fraternidad y la profesionalidad.”

Por lo tanto, es importante explicar que el trabajo es solo el medio en el que ocurre el coworking, pero el verdadero objetivo del coworking es formar una comunidad de colaboración llena de utilidad, rica en recursos y oportunidades para prosperar. La falta de contactos y recursos representa el mayor obstáculo para un buen desarrollo personal y profesional. Por lo tanto, siendo importante para todos, en el caso de los freelancers y autónomos representa un desafío aún mayor, ya que hasta la fecha no había un lugar habitual donde pudieran desarrollar esas relaciones como parte del trabajo diario, como ocurre en un entorno de trabajo por cuenta ajena. Ahora sí lo hay: los espacios de coworking.